sábado, 29 de marzo de 2014

Wait for it...(way too much)


En unas horas, coincidiendo con el April Fool's Day podremos ver aquí el último capítulo de How I Met Your Mother. Todo (supuestamente) habrá acabado y Ted conocerá a la madre de sus hijos. Ya tocaba, pesao...

HIMYM se lanzó en 2005 como una sucesora de Friends, que un año antes había acabado diez temporadas con un final redondo* (#comoescarpias), a gusto de todo el público y que dejaba el listón muy muy arriba para el resto de sitcoms que entonces y ahora siguen surgiendo. HIMYM despegó muy bien, con una idea similar: cambiábamos el Central Perk por McLaren's, los seis amigos por cinco: una (casi) sempiterna pareja, un playboy, la chica nueva en el grupo y el protagonista en su idilio con ésta. Al principio las bromas (casi todas de Barney) eran repetidas una y otra vez por la gente: del Legend....wait for it...dary! al Haaave you met __? (introduzca aquí nombre de otro, no sabéis lo bien que pegaba el mío...o eso creían mis amigos), y estaba en boca de todos.

HIMYM resistió unas pocas temporadas arriba del todo hasta que Chuck Lorre primero (2007) y Dan Harmon después (2009) nos trajeron The Big Bang Theory y Community, respectivamente. ¡BUM! tres comedias en la parrilla televisiva de internet. Según pasaban las temporadas y estas dos aguantaban sin envejecer, parecía que a los guionistas de HIMYM se les empezaba a complicar el asunto con los lances amorosos de Ted: Robin - Victoria - Robin - un montón de mujeres por ahí perdidas en la tercera temporada - Stella... aquí llegábamos al final de la cuarta temporada y estábamos tan lejos como al principio de conocer a la mujer de Ted, y éste cada vez se volvía más y más deprimente, taciturno, (introduzca sinónimo al azar). Con un capítulo llamado The Leap se cerraba esta temporada y la línea argumental de la cabra (?) y de la profesión de Ted, que pasaba de ser un arquitecto frustrado a profesor más frustrado si cabe en una clase en la que conocería a la futura madre de sus hijos.

 No va mal...

Parecía que se oteaba el final, así que, tras esa temporada un tanto floja aguantamos el tirón de una más para ver que no era sino otra trampa más de los guionistas. La quinta temporada dio un capítulo muy bueno (The Playbook), algunos buenos, y bastantes mediocres (esta última coma es lo que se conoce como Oxford Comma**, de nada). Barney salvaba continuamente los muebles y la trama principal no avanzaba estando el público ya tan harto de las andanzas de Ted como sus propios amigos. Sexta temporada: Ted conoce a Zoey. ¿Es la madre? nope! pero eso no quita que se rellenen más de veinte capítulos con una relación que sabemos desde el principio que no llega a ninguna parte. La séptima comenzaba con Barney a punto de casarse con una desconocida novia...boda que se llevará a cabo pasado mañana (sólo dos temporadas después)... En la octava Ted vuelve, surprise, surprise, con Victoria (seis temporadas apartados y dos continentes apartados, parece casi algo digno de Agatha Christie) cosa que, por supuesto, tampoco llega a buen puerto.
 
Acabó esta temporada con un anuncio bastante rompedor y con, ¡¡POR FIN!!, la aparición de la madre en pantalla comprando un ticket para Farhampton (con temazo de fondo incluído...#comoescarpias). Twitter ardió ese día ("pues yo no me la imaginaba así", "se parece a Lilly", "WIII!!!") y con esto consiguieron engancharnos OTRA para llegar a que se conozcan. Demasiado tiempo esperando, ni tan siquiera le di tal beneficio de la duda a Breaking Bad o Lost. Ya se intuye lo que va a pasar en el futuro, después del season finale, y aun así hay que cerrar demasiadas líneas argumentales en cuarenta minutos (se han apuntado a la estrategía que inició - corregidme si me equivoco - Friends y habrá doble episodio). La última temporada de HIMYM, los últimos capítulos en especial, están siendo de una carga dramática importante, que esperemos se reconduzca en dos días y puedan salvar los muebles al final como se hizo en Scrubs...

En fin, Ted (no confundir con TED), te hemos querido nueve temporadas pero has sido el amigo plasta que nadie quiere tener en su grupo. Aun así hemos descubierto a un buen actor de comedia y a un buen director de cine indie (a Willow, lo siento, siempre será Willow, ya la conocíamos).

En cualquier caso, no me molestéis el martes, I hope the final would be legen...dary! =)

*Sí, por aquel entonces yo aún veía las series en castellano.
**Esta canción aparece al comienzo del primer capítulo de la quinta temporada cuando Ted entra en la universidad por primera vez

Escuchando: Americana (playlist de Spotify, re-co-men-da-dí-si-ma....sí, es mía)

domingo, 9 de marzo de 2014

Cuartos de libra e inyecciones de adrenalina


Esta crítica tenía que haber sido publicada hace veinte años, siento la tardanza.


No vi en su momento Pulp Fiction ya que, en el momento de estrenarse, tenía yo 9 años (un yogurín, vamos). No la vi tiempo después por, imagino, otras prioridades en la lista, tanto en la de la vida como en la cinematográfica. Tampoco en los últimos años ya que ante la insistencia de mis amigos de ser una obra maestra del cine, tenía una cierta reticencia ante su visualización.

La vi hace dos días.

Y, siento decirlo, no es un diez, es un nueve (y, curiosamente, coincido con la media de usuarios de IMDb)



Quizá si la hubiera visto antes de Snatch opinaría de otra manera. Quizá entonces opinaría que la pieza de Ritchie es una copia y no un homenaje (el boxeador, los mafiosos, historias cruzadas y contadas desde diferentes puntos de vista,...) y no hubiera podido saborear a gusto la filmografía del inglés.

También habría sido diferente si no hubiera visto antes el resto de obras de Tarantino. No habría buscado el patrón: no me habría fijado en los pies descalzos de Uma Karuna, en los diálogos en la cafetería (y en la pistola bajo la mesa), los planos desde el maletero o qué leches quería decir Mia Wallace con la historia del piloto en el que aparecía (momento de absoluta genialidad, ni Nolan, oiga...).

Zoom for genius

Es verdad que, de verla antes, hubiera apreciado mucho mejor 22 cortos sobre Springfield, con las referencias del Cuarto de Libra, Moe con los cereales y la "Araña" y Zed, o el capítulo de Community homenaje a Tarantino (con referencias infinitas, tendré que volver a verlo).

Pero así y todo, obra maestra, qué duda cabe, es un nueve: los diálogos brillantes, como siempre en el genio de Knoxville, la música que acompaña sino guía la película (tanto o más que en Reservoir Dogs), el cómo consigue que la historia entre Pumpkin y Honey Bunny sea una minihistoria de amor entre todo el lío argumental (también la de Butch y Fabienne), la historia del reloj, el MacGuffin del maletín...pero, ¿y el guión?, ¿dónde está el guión? ¿en el maletín?

La cinta puede ser una joya de la dirección con cada minuto de metraje pero eso no la hace excepcional. Le falta sustancia, le falta profundidad de definición (esto empieza a parecerse a una rueda de prensa post-partido). Tiene que ser algo más que historias cruzadas (Crash, ejem..) y Tarantino sabe hacerlo. Lo siento pero Kil Bill vol. 2 sigue teniendo la "pole".

Escuchando: The postal service - Give up