miércoles, 6 de octubre de 2010

Philosophy 101

La idea original de este post era la continuación del anterior ya que, además de que, como dije, tengo un par de grupos más pensados (sic) creo que no quedó del todo claro lo que quería transmitir. A pesar de todo estoy contento con el resultado de la anterior entrada y continuará...pero como decían en Gladiator (o en Flashforward, mucho más lógico si pensamos en qué día es hoy)... not today.

Me sorprende que después de 16 entradas publicadas no haya nombrado a Terry Pratchett más que entre mis pilares de sabiduría (que no son los que realmente importan..) y ni siquiera aparezca entre los tags. No voy a decir nada del bueno de Terry que pueda encontrarse en la Wikipedia, sólo permitidme destacar el curioso hecho de que tiene el título de ser el autor más robado en Inglaterra (se entiende que sus libros, no que él sea asaltado a diario...¬¬). Por lo demás, Pratchett - descubierto como otras tantas cosas de manera indirecta - es uno de mis autores favoritos (me acabo de dar cuenta que seguramente entre los diez primeros al menos cuatro son ingleses) y un hombre sabio.

Con su particular visión del mundo, Pratchett plasma en sus libros ambientados en el Mundodisco temas tan diversos como la libertad de prensa, la lucha social y política, el racismo o la inseguridad ciudadana. Dicho así (aparte de que parece sacado de una reseña mediocre) suena aburrido; sin embargo, puedo asegurar que es el único autor que ha conseguido sacarme al menos una carcajada con cada uno de sus libros (no tengo en este ordenador la lista completa pero habré leído unos 30 suyos) para sorpresa de mis compañeros de autobús. Pratchett es para mí, junto con Scrubs lo más parecido a la filosofía que mi mente acepta.

A pesar de mi amor por las nuevas tecnologías, como buen gafapastia soy defensor de los formatos antiguos y creo en la supremacía del papel sobre el Kindle o similar por muy cómodo, versátil, dinámico y paradigmático que éste sea. Hubo un tiempo en el que al más puro estilo Lucas Corso creía en que debía cuidar los libros para tener una biblioteca decente bla bla bla. Los libros son parte de cada uno y representan un momento, si no especial, al menos diferente en la vida de cada cual. Así, comencé a doblar las esquinas de aquellas páginas que contenían frases que me gustaban y en los libros en otros idiomas directamente subrayar aquellas palabras o expresiones que no entendía o que sí pero que no estaba de más recordar en qué contexto utilizarlas.

Y Pratchett no es una excepción. Su Nación, el útimo libro que he leído (acabado hace apenas dos horas) seguramente guarde también un dudoso record...


...aunque apenas puede observarse, algunas páginas están dobladas por ambos lados. Como bien dice el autor en una nota al final: "Reflexiones. Este libro contiene algunas. Que intentes o no hacerlo en casa depende de ti".

Ya os he aburrido mucho por hoy. Os dejo con algunos de sus pensamientos a ver si os pica el gusanillo de leer a un genio un tanto diferente...

· Pues claro que es un truco. [...] La vida es un truco, y sólo tienes una oportunidad para aprenderlo.
· Cualquier vida cuenta con momentos importantes que se vuelven más y más vívidos cuanto más se los recuerda
· Tenían comida y fuego, pero no bastaba con eso [...] Había que tener un lugar al que pertenecer
· A veces uno se ríe porque no hay más espacio para lás lágrimas. [...] Y a veces uno se ríe por estar vivo.
· Tampoco tú tienes el futuro muy claro. Pensaste que lo tenías, estaba tan cerca que casi podías tocarlo, y ahora piensas que se ha esfumado, así que intentas convencerlo con palabras para que vuelva
· [...] sería mucho más difícil la segunda vez, porque tenía que olvidar lo terrible que había sido hacerlo la primera.
· La gente necesita tiempo para tratar con el presente, antes de que saliera huyendo y se convirtiera en pasado. Y lo que necesitaban por encima de todo era que no pasara nada
· Quería hacerlo, pero no se había atrevido, de modo que la obligaron, aunque en realidad la obligaron a que se obligase a hacerlo, y ahora que lo había hecho, se alegraba.
· La tristeza era como una nube pasajera que oculta el sol [...] Tenía la pena arrinconada en algún lugar de la cabeza, oculta, encerrada [...] Se enfrentaba a todo lo que le preocupaba mediante el simple recurso de no pensar en ello
· [...] los bebés tienen que nacer y hay una vida por vivir; lo que no hay es tiempo para preguntas trascendentes ni complicadas. Danos una respuesta sencilla, para que no tengamos que pensar, porque si pensamos quizá demos con respuestas que no encajen con el modo en que queremos que sea el mundo.
· - Dice que estar seguro no comporta fiabilidad. Y que la fiabilidad no comporta seguridad. Todo se limita a hacer las cosas o a no hacerlas.
· Intentaban llenar con trabajo el vacío que llevaba dentro, de tal forma que el recuerdo no lo superase.
· - Quizá las cosas puedan ser ciertas de modos especiales - sugirió.
- No. Eso dice la gente cuando quieren creerse una mentira - replicó Mau secamente - Y por lo general, lo hacen.
· Incluso nuestros temores nos hacen sentir importantes, porque tememos no serlo.
· [...] Tuvo que lamentar que no fuera así. En lo tocante a los detalles pequeños y significativos, a menudo la realidad no hace más que decepcionarnos, pensó.
· Se produjo una de esas pausas que al mismo tiempo son hielo puro y fuego abrasador, un silencio repleto de palabras insondables, palabras que no podían pronunciarse, reservarse para otra ocasión, expresarlas de un modo distinto, o que sí podrían pronunciarse pero no era posible hacerlo, y que en lugar de ello acababan dando tumbos en una pausa infinita o hasta que una de ellas tropezara...
· Se acomodaron en ese silencio en que los pensaminetos se embrollan demasiado para traducirse en palabras.
· Y lo siguiente era lo único que importaba: si no te atreves a pensar que puedes, es que no puedes.
· - Pero a este lugar lo separa un buen trecho de cualquier ciudad importante
- No. Es un lugar importante. Es el resto del mundo lo que está lejos de él.
· O puede que lo imaginase. La vida se le complica a uno mucho cuando se piensa demasiado.
· ¡Vivid para esos momentos! ¡Os mantienen vivos! No hay mejor medicamento que descubrir que se está equivocado

Visto esto podéis pensar que es una novela triste. Lo es, y también divertida. Es lo que le hace tan grande. Y si habéis llegado hasta aquí tal vez queráis ir un poco más lejos (y dejar un comentario) =)

Escuchando: The Subways - Young for eternity